como cultivar tomate (solanum lycopersicum)

El tomate es una planta que puede ser cultivada en cualquier tipo de huerto. Es posible sembrar las semillas en la tierra o bien optar por un almacigo, es decir una maceta o bandeja en donde la planta comenzara a crecer para luego ser trasplantada cuando tenga aproximadamente 15 cm de alto. El tomate es uno de los productos más consumidos a nivel mundial, existen muchas variedades, cada vez hay más y muchas de estas variedades responden a las nuevas necesidades del mercado.

solanum lycopersicum

Requisitos de clima y suelo

La tomatera es un tipo de planta que se adapta bien a una gran variedad de climas, la excepción radica en climas propensos a sufrir helada, fenómeno al cual el tomate es sensible.

El rango de temperaturas que necesita para crecer es alto encontrándose los valores óptimos por encima de los 20°C, la planta de tomate requiere humedades medias que no superen el 70%.

El tomate no es una planta muy exigente en cuanto a los suelos, aunque prefiere suelos profundos y con buen drenaje. Al tener un sistema radicular poco profundo su adaptación a suelos pobres es buena. El pH ideal para el cultivo de tomate es el cercano a 7 debiendo corregir con enmiendas en el caso de suelos ácidos o básicos.

Las características del drenaje son importantes pues un riego excesivo en el que la tierra no puede absorber el agua produce un encharcamiento que pudre las raíces y favorece el desarrollo de enfermedades.

principios de adaptabilidad y rango de adaptación del tomate

piso altitudinal (optimo)

1000 msnm

rango (máximo y mínimo)

20 - 2000 msnm

temperatura (optimo)

21° C

rango (máximo y mínimo)

13 - 25° C

humedad relativa

70%

pH de suelo

6.2 -6.5

textura del suelo

FA, Fr

foto periodo

8 h/día

precipitación optima

800 mm

rango (máximo y mínimo)

600 - 1200 mm

velocidad máxima de viento

30 km/h

topografía

2 - 20°

La planta de tomate puede crecer mucho y llegar a ser una planta muy dispersa, pero esto no es tan bueno porque puede que no dé frutos. Lo mejor es despuntar los ápices principales de la planta después de que haya alcanzado una altura de poco más de un metro. También es buena práctica despuntar los pequeños brotes que surgen donde se unen los peciolos al tallo principal

Sembrar una planta de tomate; sembrado de plántulas

El marco de plantación a la hora de sembrar en suelo definitivo es variable pues depende del espacio del que se disponga. Puede ser a 30 cm entre plantas y 50 cm entre filas si se tiene o se quiere emplear poco espacio o de 50 cm entre plantas y 70 cm entre filas.

Estos marcos de plantación se pueden reducir cuanto más mullido y mejores características tenga el suelo. Cuando vemos que las plántulas están más o menos desarrolladas se deben trasladar al lugar que será su hogar definitivo.

Nota: las plantas desarrolladas deben tener por lo menos cuatro hojas verdaderas.

 Cuidado del tomate

El cultivo de tomate es uno de los grandes protagonistas en el huerto, por eso, es importante saber cuidarlas a través de diversas labores culturales que ayudan a su mejor desarrollo y mayor aprovechamiento.

El cultivo de tomate es una tarea ardua y laboriosa pero de la que se obtienen grandes resultados. Las herbáceas necesitan de vez en cuando podas de mantenimiento, dicha poda comienza cuando empiezan a brotar tallos laterales los cuales se deben eliminar, también debemos prescindir de las hojas enfermas o viejas. Con el despuntado o destallado se busca darle mayor aportación de nutrientes al tallo principal en detrimento de los secundarios, se debe deshojar si se nota un volumen excesivo para evitar problemas de aireación.

Nota: el material con que se realizan los cortes deberá estar desinfectado, incluso de una planta a otra, de ese modo se evitan propagaciones que pudiesen estar latentes. No se deben eliminar más de cuatro hojas por vez, eliminar muchas puede reducir la asimilación fotosintética.

Desgraciadamente el tomate es un cultivo bastante susceptible a plagas y enfermedades, por eso es importante eliminar cualquier posible atracción de insectos o plantas portadoras de virus o enfermedades. No queremos malas hierbas en nuestro huerto.

 

El tutorado del tomate

El tomate por ser una planta herbácea, requiere un sistema de sostén que proteja el follaje y los frutos del deterioro ocasionando por la humedad del suelo y la acción de microorganismos, insectos y plagas.



Los tutores son varas o palos secos de alrededor de 1.5 metros de alto que se instalan al lado de cada planta unos 15 a 20 días después del trasplante, este procedimiento es necesario en todos los casos, pues las tomateras pueden crecer hasta más de 2 metros y sin un tutor que las soporte, no podrá crecer correctamente y por lo tanto no dará buenos tomates.

Nota: se debe sujetar cada planta a su tutor con rafia o cinchos, siempre por debajo de cada rama floral, esto también ayuda a la correcta ventilación entre hojas y frutos.

Aplicación de fertilizantes

Es un cultivo exigente en nutrientes, la mejor opción es aportar de manera continuada materia orgánica, que le aportara una dosis equilibrada de nutrientes durante todo su ciclo de vida.

La absorción de nutrientes se eleva a partir de la floración y hasta el inicio de la maduración de los frutos, donde se cumulan la mayor cantidad de nutrientes, los nutrientes se aplican al follaje para que sean absorbidos por las hojas. Las fuentes de fertilizantes foliares son sales o quelatos y compuestos orgánicos, la nutrición foliar brinda una nutrición rápida y asegura altos rendimientos cuando la absorción de nutrientes del suelo es ineficiente o cuando el ciclo de cultivo es corto. Se recomienda realizar siembra de abono verde como avena negra o maíz, antes de iniciar el cultivo para mejorar el suelo.

Proceso de riego

Los requerimientos de agua se calculan con base a la evaporación potencial que varía según el lugar, además, es importante contar con información proveniente de la estación meteorológica más cercana. Cuando hay escases de agua en el cultivo de tomate se produce una reducción del crecimiento de las plantas, la absorción del calcio se ve disminuida y genera desequilibrio por deficiencia de calcio, la floración se ve afectada y se pueden perder algunos racimos.

Mediante el riego por goteo se logra un aumento en la cantidad y la calidad de la cosecha y en la sanidad general del cultivo.

La tomatera requiere una humedad constante, dado las grandes temperaturas que se obtienen en verano. No hay que dejar que se seque la tierra, aunque cada huerto es un mundo sobre todo por la zona geográfica en la que se encuentre y el clima local. El riego debe ser frecuente y regular más que espaciado y en grandes cantidades, prefiere un riego profundo que llegue hasta las capas más bajas del suelo.

Cosecha cómo y cuando

Es importante cosechar en el momento adecuado. El momento de cosecha es cuando aparece una ligera coloración rojo claro en la base de la fruta. Se debe tener en cuenta los siguientes aspectos en el momento de la cosecha; maduración del fruto, calidad de los frutos, temperatura de maduración.


La maduración apropiada para la cosecha varía en función de la distancia del mercado y la temperatura, teniendo en cuenta el consumo en fresco de la fruta se cosecha cuando alcanzan el 80% de coloración.

La frecuencia de la cosecha varia según la época del año, la variedad y el método de cultivo, pero normalmente se realizan cada 3 o 4 días en verano y una vez cada semana en invierno.

La coloración (rojo intenso) es el mejor indicador de maduración:

  •       Maduración media 30 a 70%

  •       Maduración plena 70 a 98%

  •       Maduración completa 100%

La cosecha se suele realizar desde julio hasta agosto, en función del grado de madurez de los tomates.

La mayoría de las variedades existentes del tomate hacen referencia a las características del fruto. Actualmente proliferan las variedades híbridas seleccionadas por las multinacionales, en las que se prima mas la conservación, apariencia y resistencia a enfermedades o plagas.

Plagas y enfermedades en el tomate


Plantar tomates es muy gratificante, pero hay veces que nuestra imagen idílica de un huerto lleno de tomates grandes y jugosos, de esos saben como los del pueblo, se ve truncada por una plaga o enfermedad. Es un cultivo delicado, pero cuando las cosas van bien es de los mas agradecidos.

Pulgón

Síntomas: se alimenta de la savia de las plantas, causando deformidades en los frutos, tallos y hojas, como resultado de su alimentación excretan melaza la cual causa varios problemas, por ejemplo la transmisión de hongos y la proliferación de otros insectos.

Causas: se llevan bien con hormigas debido a que ellas ofrecen protección a los pulgones frente a sus depredadores naturales a cambio de melaza.

Solución: jabón potásico y aceite de neem.

Araña roja (tentranychus spp)

Síntomas: además de observar muchos puntitos rojos en el envés de las hojas. Los síntomas más comunes son, la aparición de manchas amarillas en las hojas. En algunas ocasiones la hoja también puede verse deformada y abombada, caída masiva de hojas, especialmente en verano que es cuando esta plaga tiene su mayor etapa de actividad, manchas grisáceas en los frutos.

Causas: la araña roja aparece en ambientes muy secos, así que lo mejor es mantener la humedad.

Solución: jabón potásico y aceite de neem.

Orugas del tomate (eliothis y tuta absoluta)

Es una oruga que se alimenta de los frutos y de las flores de tomate, este insecto es un minador, es decir crean galerías dentro de la ´planta cuando se alimenta, los puntos negros que se pueden encontrar en los frutos y tallos son el punto de la entrada de la oruga, a partir del cual la oruga comienza a hacer las galerías. Estos puntos los podemos encontrar tanto en hojas, tallos y en los frutos.

Solución: para combatirla se debe tratar las orugas y las polillas de forma diferente. Para las orugas se pueden usar bacillus thuringiensis, un granulado que debe disolverse en agua, que en contacto con la plaga causa su pérdida de apetito al dañar el sistema digestivo de la oruga. Para la polilla el tratamiento más adecuado es el aceite de neem al cual la polilla es sensible.

Nota: ambos tratamientos es conveniente aplicarlos en las últimas horas de luz del día o primeras horas de la mañana.


Oidio

Síntomas: entre sus síntomas se encuentran unas manchas amarillas en el haz que empieza a necrosar por el centro, observándose un polvillo blanquecino por el envés de las hojas.

Causas: se suele dar por una elevada humedad y poca aireación, con lo que se pueda prevenir manteniendo la separación de cultivos necesaria y no mojando las hojas.

Solución: fungicidas orgánicos como el propóleo, la harina de ortiga o la cola de caballo.

Mosquita blanca (trialeurodes vaporariorum)

Síntomas: los estados de ninfa y adulto se alimentan de la savia causando dos tipos de daño, el daño directo corresponde al debilitamiento de la planta, amarillamiento y marchitez, debido al habito succionador del insecto, que succiona los jugos celulares. El daño indirecto se asocia a reducción del área fotosintética de la hoja debido al establecimiento y desarrollo de un complejo de hongos denominado fumagina, que afecta la fotosíntesis y el crecimiento de los frutos.

Causas: el desarrollo de esta plaga es dependiente de la temperatura los adultos son pequeñas moscas blancas con hábitos chupadores, usualmente permanecen en la parte inferior o envés de las hojas superiores donde colocan sus huevos y se alimentan de savia.

Solución: favorecer la ventilación y circulación del aire, si las plantas presentan desarrollo denso es conveniente podar las hojas inferiores. Realizar monitoreos semanales y utilizar trampas amarillas pegajosas para detectar la presencia de adultos.

Trips de las flores (franklinella occidentalis)

Síntomas: genera pequeñas manchas irregulares en el haz y envés de las hojas de coloración blanquecina a plateadas con puntuaciones negras en su interior. La saliva fito toxica segregada durante la alimentación da lugar a  deformaciones en las hojas, flores y frutos. En ocasiones las yemas florales no llegan a desarrollarse.

Solución: favorecer la ventilación y disminución de temperatura en los meses de mayor incidencia, se recomienda no hacer siembra muy densa, es conveniente podar las hojas inferiores y viejas, para facilitar la circulación del aire, utilizar semillas sanas y plantones sanos para evitar la contaminación en el lote definitivo y mantener monitoreo de la plaga.

Acaro rayado (tetranychus urticae)

Síntomas: en las hojas las colonias se ubican en el envés de las hojas a los tallos, manifestándose los daños en el haz por la aparición de zonas rojizas o amarillentas en las hojas en crecimiento. Cuando los niveles poblacionales de ácaros son elevados las hojas pueden desprenderse, en hojas jóvenes se ve interrumpido el crecimiento.

Causas: generalmente la plaga se presenta en focos aislados y luego se va expandiendo si no es manejada adecuadamente, las corrientes de aire y el contacto de ´planta a planta facilitan su dispersión y algunas malezas.

Solución: usar mallas durante el cultivo, partir de semillas sanas evitar el stress hídrico de las plantas por falta de agua, mantener el cultivo limpio de malezas eliminarlas si llegan a aparecer  y eliminar el rastrojo al finalizar el cultivo.

Minador de la hoja (liriomyza huidobrensis)

Síntomas: el estado larval es responsable, minando junto a las herraduras basales del limbo del folíolo, las galerías son rectilíneas y se localizan próximas a la epidermis del envés de las hojas.

Causas: es influenciado por la temperatura, en el caso del cultivo del tomate su ciclo dura aproximadamente 22 días a 20 °C, se detecta la presencia del insecto durante todo el año, observándose la población más alta en los meses de septiembre a octubre.

Solución: favorecer la ventilación en el lote para disminuir la humedad, realizar monitoreos semanales.

Nematodo agallador (meloidogyne spp)

Síntomas: inducen la formación de agallas (protuberancias) en la raíz lo que dificulta la absorción de agua y nutrientes, afectando el crecimiento de la planta. Los nematodos se trasmiten por el suelo contaminado, herramientas y plantas contaminadas.

Causas: las larvas se alimentan de la raíz, causando heridas que pueden ser vía de ingreso para patógenos. En la parte aérea de la planta el daño se refleja como clorosis, marchitez, enanismo y reducción de rendimiento.

Solución: rotar los ciclos de cultivo con plantas repelentes como botón de oro, caléndula y centeno, realizar análisis al sustrato para descartar la presencia de nematodos. Desinfectar herramientas e implementos para preparar el suelo, eliminar el rastrojo al finalizar el cultivo.

Mal de los almacigos

Síntomas: es una de las principales enfermedades que ocurre en la etapa de almacigo pueden atacar a las semillas durante la germinación a las plántulas y al plantón después del trasplante al lote definitivo

Causa: la enfermedad es causada por un complejo de hongos con amplio rango de hospedantes que sobreviven en el suelo.

Solución: se puede tratar con fungicidas químicos o realizando una solución ecológica con jabón potásico, sin embargo se recomienda que sea tratada desde semilla  para evitar la proliferación del hongo.



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