Asimilación de micro nutrientes según el pH

Si queremos tener una buena cosecha y sacar el máximo rendimiento de nuestro cultivo, debemos medir el pH ya que es imprescindible para un crecimiento óptimo.



El pH, como la temperatura y la humedad, son importantes para la asimilación de nutrientes y la conservación de los alimentos. De ahí que generalmente, disminuyendo el valor de pH de un producto, aumente el período de conservación una vez recolectado el fruto.

pH acido y pH alcalino

Se requiere conocer un poco acerca de la acidez y alcalinidad de la solución del suelo. Para poder entender lo que sucede con el fósforo (P) en el suelo, es necesario revisar algunos conceptos básicos. El término pH se refiere a la acidez o basicidad (alcalinidad) de una sustancia. La escala de valores para el pH cubre una gama desde cero hasta 14. Cuando existe un pH de 7.0 se considera neutral. Los valores superiores a 7.0 son básicos. La mayoría de los suelos agrícolas oscilan entre 4.0 y 9.0.

El pH y la asimilación de nutrientes

El pH del suelo aporta una información de suma importancia en diversos ámbitos de la edafología. Uno de los más importantes deriva del hecho de que las plantas tan solo pueden absorber los minerales disueltos en el agua, mientras que la variación del pH modifica el grado de solubilidad de los minerales. Por ejemplo, el aluminio y el manganeso son más solubles en el agua edáfica a un pH bajo, y cuando tal hecho ocurre, pueden ser absorbidos por las raíces, siendo tóxicos a ciertas concentraciones. Por el contrario, determinadas sales minerales que son esenciales para el desarrollo de las plantas, tal como el fosfato de calcio, son menos solubles a un pH alto, lo que tiene como resultado que bajo tales condiciones sean menos disponibles con vistas a ser absorbidos y nutrir las plantas.

 

Porqué hay diferentes pH

 

Depende de diversos factores, entre los que destaca:

·        Tipo de minerales presentes en un suelo

·        Meteorización (de tales minerales y los que contiene la roma madre)

·        Humificación en sentido amplio (descomposición de la materia orgánica)

·        Dinámica de nutrientes entre la solución y los retenidos por los agregados

·        Propiedades de los agregados del suelo y en especial lo que se denomina intercambio iónico

El pH del suelo influye en el desarrollo de las plantas y viceversa, la acidez también, en parte, el resultado de los lixiviados y descomposición de los restos vegetales, así como de la actividad biológica del suelo. A modo de ejemplo, el intercambio catiónico realizado por las raíces de las plantas disminuye la estima del pH del suelo, influyendo también la descomposición del humus, así como la respiración de los organismos del suelo.

La solubilidad de numerosos compuestos que contienen fósforo en el suelo está determinada principalmente por el pH.

Los fosfatos de hierro, manganeso y aluminio son poco solubles en agua (con pH neutro). Así, ellos predominan en suelos ácidos. Por el contrario, a un nivel de pH superior a 7.0, se producen compuestos insolubles de fósforo con calcio (Ca) y magnesio (Mg) y sodio (Na). Entonces, las formas más solubles y disponibles de P, en general, se presentan dentro de rangos de pH entre 5.5 y 7.0. También es importante recordar que los cultivos tienen sus preferencias en cuanto a pH en el suelo. Dependiendo de la especie, algunos cultivos "prefieren" suelos calcáreos, con altos contenidos de carbonatos de calcio (plantas calcífilas), como la alfalfa, que prospera en suelos neutros o ligeramente alcalinos, en cambio, algunas plantas prefieren suelos con pH's ligeramente ácidos como las patatas, el café y el tabaco.

 


El pH del suelo aporta una información de suma importancia en diversos ámbitos de la edafología. Uno de los más importantes deriva del hecho de que las plantas tan solo pueden absorber los minerales disueltos en el agua, mientras que la variación del pH modifica el grado de solubilidad de los minerales. Por ejemplo, el aluminio y el manganeso son más solubles en el agua edáfica a un pH bajo, y cuando tal hecho ocurre, pueden ser absorbidos por las raíces, siendo tóxicos a ciertas concentraciones. Por el contrario, determinadas sales minerales que son esenciales para el desarrollo de las plantas, tal como el fosfato de calcio, son menos solubles a un pH alto, lo que tiene como resultado que bajo tales condiciones sean menos disponibles con vistas a ser absorbidos y nutrir las plantas. Obviamente en la naturaleza, existen especies vegetales adaptadas a ambientes extremadamente ácidos y básicos. Empero las producciones agropecuarias suelen basarse en cultivares que soportan ambientes iónicos de las soluciones del suelo menos extremos. En la práctica, resulta infrecuente encontrar suelos con pH inferiores a 3,5 o superiores a 10. En este post, destinado a los estudiantes, relataremos algunos aspectos básicos sobre la importancia que atesora este indicador del estado del medio edáfico.

El pH es una medida de la concentración de hidrógeno expresado en términos logarítmicos.  Los valores del pH se reducen a medida que la concentración de los iones de hidrógeno incrementan, variando entre un rango de 0 a 14.  Los valores por debajo 7.0 son ácidos, valores superiores a 7.0 son alkalinos y/o básicos, mientras que los que rondan 7.0 son denominados neutrales.  Por cada unidad de cambio en pH hay un cambio 10 veces en magnitud en la acidez o alcalinidad ( por ejemplo: un pH 6.0 es diez veces más ácido que uno de pH 7.0, mientras que un pH 5.0 es 100 veces más ácido que el de 7.0).

Dicho de otro modo, La acidez de un suelo depende  pues de la concentración de hidrogeniones [H+] en la solución de las aguas y se caracteriza por el valor del pH., que se define como el logaritmo negativo de base 10 de la concentración de H+ :   pH.= -log10 [H+]. Es un elemento de diagnóstico de suma importancia, siendo el efecto de una serie de causas y a su vez causa de muchos problemas agronómicos.

Las letras pH son una mera abreviación de “pondus hydrogenii“, traducido del latín como potencial de hidrógeno. Sorensen en 1909, introdujo el concepto para referisrse a concentraciones muy pequeñas de iones hidrógeno. Se trata pues del proponente del concepto de pH. Puede decirse en términos muy básicos, que las sustancias capaces de liberar iones hidrógeno (H+) son ácidas y las capaces de ceder grupos hidroxilo (OH-) son básicas o alcalinas.

El pH del suelo es generalmente considerado adecuado en agricultura si se encuentra entre 6 y 7.  En algunos suelos, incluso con un pH natural de 8, pueden obtenerse buenos rendimientos agropecuarios.  Sin embargo, a partir de tal umbral las producciones de los cultivos pueden mermarse ostensiblemente. En la mayoría de los casos, los pH altos son indicadores de la presencia de sales solubles, por lo que se requeriría acudir al uso de cultivos adaptados a los ambientes salinos. Del mismo modo, un pH muy ácido, resulta ser otro factor limitante para el desarrollo de los cultivares, el cual puede corregirse mediante el uso de enmiendas como la cal. Del mismo modo, a veces se aplican de compuestos de azufre con vistas a elevar el pH de los suelos fuertemente ácidos.

El p.H de un suelo es el resultado de múltiples factores, entre los que cabe destacar:

·        Tipo de minerales presentes en un suelo

·        Meteorización (de tales minerales y los que contiene la roma madre)

·        Humificación en sentido amplio (descomposición de la materia orgánica)

·        Dinámica de nutrientes entre la solución y los retenidos por los agregados

·        Propiedades de los agregados del suelo y en especial lo que se denomina intercambio iónico

 Cuando nos referimos al pH del suelo, solemos hacerlo a la solución de las aguas del suelo en un momento dado, aunque ya veremos que existen otros tipos de estimaciones.  En consecuencia, estimamos la  fracción activa de iones hidrógeno [H+]. En base a esta última podemos clasificar los suelos según su grado de acidez en los siguientes tipos:

·        Muy ácido  pH. < 5,5

·        Ácido   5,6< pH. < 6,5

·        Neutro  6,6 > pH  < 7,5

·        Básico o ligeramente alcalino 7,6 > pH  > 8,5

·        Muy alcalino  pH > .8,6

En muchos países Latinoamericanos los problemas de acidez son muy relevantes en lo que concierne a las producciones agro-pastorales. Lo contrario es cierto, con frecuencia, para los suelos alcalinos. En otras palabras, Las condiciones de alcalinidad se dan preferentemente en:

·        En regiones con escasez de agua (áridas y semiáridas)

·        Cuando el complejo de cambio (complejo coloidal) se encuentra saturado de bases

·        Escasa actividad biológica de los suelos (debido generalmente a déficits prolongados de agua)

·        Cuando por determinadas circunstancias la meteorización de minerales producen cationes que no se lavan o lixivian (por ejemplo, debido a la susodicha aridez)

·        Cuencas endorreicas en donde se acumulan los iones lixiviados de las aguas que drenan allí

·        Suelos poco desarrollados sobre substratos ricos en sales

·        Deficiente manejo del agua en los regadíos

Factores que afectan al pH. Obviamente nos referimos a todos aquellos que influyen sobre la concentración de [H+] en el suelo:

Producción de CO2 que pasa a H2CO3 generando Hidrogeniones (la atmósfera del suelo suele ser mucho más rica en anhídrido carbónico que la que se encuentra sobre él)

Presencia en el suelo de ácidos orgánicos de bajo peso molecular como acético, cítrico, oxálico, etc… (los residuos de ciertos tipos de plantas suelen tener mucho que ver)

Presencia en el suelo de ácidos fuertes como nítrico y sulfúrico desprendidos por la actividad microbiana

Humus que contienen grupos funcionales de tipo carboxílicos, fenólicos, enólicos, etc… (De nuevo la naturaleza de los residuos vegetales que se aporten al suelo son de suma importancia)

Abundancia en el suelo de óxidos de Fe y Al, que en medio ácido pueden modificar considerablemente el pH

Sales solubles ácidas, básicas o neutras, las cuales se acumulan en el suelo ya sea por:

·        Meteorización de los minerales presentes en el medio edáfico

·        Mineralización (descomposición) de la materia orgánica que se incorpora al suelo

·        Composición de las aguas de riego (resulta de suma importancia corregirla cuando no es de buena calidad respecto al tema que aquí nos ocupa)

·        Adición de ciertos tipos de fertilizantes

·        Estado de óxido reducción de los tipos de suelo o edafotaxa (es decir. grado de drenaje-encharcamiento del agua)

En realidad pueden estimarse dos tipos de pH

pH actual: Es la derivada de la concentración de [H+] en la solución del suelo

pH de cambio o acidez potencial: Considera la concentración y proporción de los hidrogeniones que se encuentran absorbidos o retenidos por el complejo de cambio (principalmente en los agregados del suelo).

El rango óptimo de pH sobre el que crecen vigorosamente la mayor parte de las plantas cultivadas oscila entre 6.0 a 7.0. Es decir hablamos de suelos moderadamente ácidos o neutros. Este hecho es debido a que la mayor parte de las sustancias nutritivas para las plantas, presentes en la solución del suelo, son fácilmente asimilables o absorbidas por las raíces en el susodicho intervalo.

Para finalizar por hoy digamos tan solo que, el pH del suelo influye en el desarrollo de las plantas y viceversa, la acidez también, en parte, el resultado de los lixiviados y descomposición de los restos vegetales, así como de la actividad biológica del suelo. A modo de ejemplo, el intercambio catiónico realizado por las raíces de las plantas disminuye la estima del pH del suelo, influyendo también la descomposición del humus, así como la respiración de los organismos del suelo.


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